viernes, 30 de octubre de 2009

EXPULSADOS EN LA UAM-I

Expulsiones en la UAM-I




A la comunidad universitaria

Al pueblo de México

El pasado viernes 16 de octubre nuevamente quedó al descubierto la incapacidad argumentativa, de análisis y reflexión de quienes conforman el Consejo Divisional de CSH; el empacho neuronal del que son objeto aquellos que han hecho de su razón de vida la acumulación de puntos y no el trabajo de investigación y docencia ha generado que la toma de decisiones en nuestra universidad se subordine a la desmedida ambición de los intereses creados entre quienes se presumen como la élite de saber de nuestra casa de estudios. Estos grupúsculos han sido incapaces de sostener con hechos la pedantería que alberga su discurso, la pose de “divas” que tanto buscan colocar en las páginas de revistas, periódicos y cualquier espacio que se abra a su “encantadora” cosmética y reditúe en unos cuantos centavos más. Así pues, no existe espacio y tiempo en el que académica, política e ideológicamente hayan tenido la altura del diálogo y argumentación que les hemos proferido, ya no se diga nada a la hora del debate. Su debacle teórica, política e ideológica es latente; así lo demuestra su accionar en el proceso de expulsión de 3 de nuestros compañeros y la suspensión por un año de otro, hecho que a todas luces fue vergonzoso, irregular, ilegítimo, ilegal, faccioso y fascista; no hay un solo argumento sólido con el cual puedan sustentar su “decisión”, es más, no existen argumentos, sino construcciones ficciosas y maliciosas que enuncian que todos los males habidos y por haber en la UAM son responsabilidad de los 4 compañeros sancionados; sin embargo, su desvergüenza, su complicidad, su mezquindad y su resentimiento obvian las agresiones físicas de las que hemos sido objeto, mientras los testimonios falsos del personal de confianza, la interpretación y aplicación sesgada, diferencial, discrecional y unilateral que hace de la legislación universitaria el “honorable” cuerpo de abogados al servicio de Melgoza y su rival-amigo Pedro Solís, son utilizados para doblegarnos y castigarnos por nuestra participación política y académica en la UAM.

Este cuerpo de “brillantes” críticos son la expresión de lo que Marx expresaba en el epílogo de la segunda edición del capital: “… Ya no se trataba de si este o aquel teorema era verdadero, sino de si al capital le resultaba útil o perjudicial, cómodo o incómodo, de si contravenía o no las ordenanzas policiales. Los espadachines a sueldo sustituyeron a la investigación desinteresada, y la mala conciencia y las ruines intenciones de la apologética ocuparon el sitial de la investigación científica sin prejuicios.”. En este sentido, el dictamen elaborado por un cuerpo de “asesores” de la comisión de faltas se apega a las directrices fraguadas por el Secretario General de la UAM en franco contubernio (coyuntural) con el director de la División de CSH y su fiel escudero Miguel Ángel Gómez Fonseca, acomodando a modo e incluso modificando los criterios jurídicos mediante los cuales se nos señaló como infractores de la normatividad universitaria, teniendo en consecuencia un absoluto desapego a los preceptos jurídicos de carácter constitucional que deben dar certeza de justicia e imparcialidad a cualquier “indiciado”, aplicándose de esta manera un estado de excepción jurídica que criminaliza a priori la manifestación política, la discusión de las ideas y el inalienable derecho que tiene todo ser humano de pensarse y pensar el mundo crítica, humana y éticamente y, por ende, a actuar en consecuencia.

El valor producido por la fuerza de trabajo de los trabajadores es el que permite la existencia y sostén del Estado y de sus instituciones (entre las que se encuentran las universidades), posibilitando de igual manera que otros (los estudiantes) puedan acudir a las aulas a recibir instrucción; de esta forma debe existir la responsabilidad ética y moral de los universitarios para devolver al pueblo trabajador lo que de él ha recibido. Esta es nuestra lucha y este es el “delito” por el que se nos sanciona.

En estas condiciones a nadie sorprende la saña con la que se condujo el proceso de expulsión y suspensión de nuestros compañeros; por un lado las órdenes expresas de los “jefazos” y por el otro la incapacidad vuelta impotencia y frustración. Pero lo que sí es un hecho denigrante es la timorata actitud de los “consejeros estudiantiles”, mismos que en todo momento se acogieron a la falda de su pilmama en turno, ¡tragedia y farsa a la vez!; para ellos existe una sentencia histórica: “… quien se limite a explorar y adaptar para sus propios fines una construcción recibida de otros y trate de demostrar esa concepción “propia”… a la luz de unos cuantos ejemplos… no necesita conocer para nada la historia. Claro está que el resultado de semejante explotación no puede por menos de ser cómico; lo más cómico del mundo cuando se salta del pasado al presente más inmediato…”.¹

La pantomima que se montó para expulsar y sancionar a los compañeros busca tener al menos un triple valor: a) Desarticular a la Asamblea Estudiantil que por tres años ha sido un actor político que pugna por la democratización de la vida universitaria, sembrando un precedente de castigo ejemplar para aquel sujeto u organización que disienta de las directrices de los funcionarios burócratas y los grupos de poder; b) Servir como un instrumento de posicionamiento en el actual proceso de designación de Rector de Unidad y de Rector General. En este sentido, no es casual que el día de las expulsiones se encontrase desde primera hora el secretario particular de Melgoza en la UAM-I, sus guaruras personales, así como el personal jurídico de la Rectoría General para garantizar que el proceso de expulsión caminase “adecuadamente”; y claro está que una vez que Pedroche se queda en Lerma, a Pedro Solís le renace el brillo de sus ojos pues ve la posibilidad de ser candidato, pero para ello necesita reivindicarse con el sector más conservador y reaccionario pues no les gustó nadita que firmara con la Asamblea Estudiantil los acuerdos del 24 de enero de 2008, mismos que posibilitaron y posibilitan que la comunidad estudiantil se inserte en la discusión de los Planes y Programas de Estudio. Por la misma ruta están los que quieren meterle tremenda piedra en el camino al señor Oscar Monroy (incluyendo a su propio Secretario de Unidad) al generarle un conflicto de carácter político que desacredite su imagen ante los “notables” señores de la Junta Directiva; a su vez, no se puede desvincular el carácter fascista de las expulsiones y el espacio en el que se da el primer asomo del fascismo en la UAM (la Unidad Azcapotzalco) con el famoso reglamento que pretendía disolver a los grupos de estudiantes que se reunieran en las áreas comunes, y evidentemente que los anti-sindicalistas del SPAUAM no pueden estar ajenos a la lógica de competencia por la grande y la chica. C) Hay una serie de discusiones académicas en las que la Asamblea Estudiantil está presente, tales como la modificación del plan de estudios de psicología social de la que su cuerpo de profesores ha sido el más regio opositor a la participación de los estudiantes en condición de simetría y respeto; a esta carrera pertenece la Jefa del Departamento de sociología (“Juanita”, la mujer de hierro), misma que es fuerte candidato para la Dirección de la División de CSH, junto con el “cándido” profesor Becerer de la carrera de antropología que busca hacerse (todavía) de más presupuesto. En esta lista de procesos se encuentra la discusión de la modificación a los Instructivos de funcionamiento de las áreas de servicio de la universidad: biblioteca, comedor, celex, actividades deportivas, laboratorios.., también falta lo referente al monedero electrónico y el manual de carácter técnico policiaco y, por supuesto, el convenio firmado por la UAM que permite el uso de nuestras instalaciones por parte de los órganos coercitivos del Estado (CISEN y la extinta PFP) tal y como sucedió durante el pasado periodo de vacaciones.

Por lo anterior, manifestamos que no habrá descanso en la lucha por derogar la injusta sanción de la que son objeto nuestros compañeros, así mismo, no abandonaremos los compromisos éticos que hemos adquirido en la lucha por democratizar nuestra universidad, porque exista transparencia en el manejo de los recursos, por mantener e impulsar el carácter público, laico, gratuito, popular, científico y humanista de la UAM. Al respecto, hacemos responsables de cualquier acto de violencia en nuestra contra, ya sea física, psicológica o moral a los artífices de este juicio sumario: Javier Melgoza Valdivia, Roberto Torres-Orozco Bermeo, Pedro Solís, Miguel Ángel Gómez Fonseca y a quienes en su calidad de Consejeros Divisionales se prestaron a esta simulación; esto sin menoscabo de que hayan intentado ocultar su responsabilidad bajo la cobarde figura de la votación oculta en un asunto de carácter público. Esa acción que oculta la miserable mano de quien pega es la constante del famosísimo doctor Mac Gregor, recordemos la sesión 394 del Consejo Divisional.

Finalmente hacemos un llamado a los profesores honestos, a trabajadores y estudiantes, a organizaciones sociales y el pueblo en general, a organizarnos, discutir y luchar juntos en aras de impedir que la política de privatización, autoritarismo y represión que se está aplicando en nuestra institución se logre instaurar o, en otras palabras, impidamos que el fascismo nos tome por asalto.

Contra la política fascista, la unidad y la lucha

Por poner la universidad al servicio de su legítimo dueño: ¡El Pueblo!

¡Si expulsan a uno nos expulsan a todos!

¡Infórmate, organízate, lucha y venceremos!

Asamblea Estudiantil de la UAM-I

¹ Carlos Marx-Federico Engels, La ideología alemana, Ediciones Pueblos Unidos, Montevideo, 1968, p. 202.

1 comentario:

  1. es urgente q nos pronunciemos en contra de este tipo de actos, el abuso de poder esta en todos lados y la justicia es algo q nosostros mismos debemos procurar...
    QUE LES DEVUELVAN su derecho a la educación PUBLICA AHORA

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